Cuatro agricultores, en representación de los algo más de veinte que cultivan endrinas para la IGP Pacharán Navarro, se sientan desde hoy en el Consejo Regulador de esta entidad que se formó en el año 1988 gracias al trabajo e impulso de varias empresas con una larga tradición en la elaboración de pacharán. Se trata de Carmelo Macua, de Dicastillo; Juan José Martínez, de Falces; Juan José Álvarez, de Mués; y Luis Sagredo, de Mendavia. Los cuatro se dedican al cultivo del arañón o endrina con el que se elabora en la actualidad el 90% del Pacharán Navarro, (el 10% restante procede de la importación) una cifra que el Consejo Regulador pretende elevar hasta el 100% en un breve espacio de tiempo hasta conseguir que toda la materia prima con la que se elabora esta bebida tradicinal tenga un origen navarro.
Este nuevo Consejo paritario, formado por los cuatro agricultores citados y por otros tantos representantes del sector elaborador (Adrián Subía, de DZ Licores– Pacharán Zoco; Cristina Esparza, de Hijos de Pablo Esparza; Luis Ibáñez, de Licores Baines; y José Manuel Plo, de Destilerías La Navarra) se presentó ayer en la localidad de Viana en un acto que contó con la presencia de la Consejera de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, Isabel Elizalde que garantizó el apoyo e implicación de su Departamento por “recuperar el valor que siempre ha tenido el pacharán en nuestra tierra”.
El Pacharán Navarro se convirtió en Denominación Específica gracias a la iniciativa de las empresas elaboradoras de pacharán ante la existencia y proliferación en el mercado de productoras de granel sin garantías sanitarias. Y ya desde su creación, la Denominación, con la ayuda del entonces Instituto Técnico y de Gestión Agrícola (ITG) y del Gobierno Foral, inició las investigaciones para domesticar la planta Prunus Spinosa un arbusto salvaje del que se obtienen las endrinas o arañones con las que se elabora el pacharán. Hasta entonces las destilerías navarras se veían abocadas a importar desde países de la Europa del Este importantes cantidades de fruto muy heterogéneo en cuanto a sus características y su estado de maduración. Tras un intenso periodo de trabajo en el que hubo que resolver numerosas cuestiones entre ellas, por ejemplo, el sistema de recogida de la endrina, por fin en el año 1997 comenzaron a establecerse las primeras plantaciones de endrinas en Navarra. En la actualidad, la superficie dedicada es de unas 110 hectáreas que abastecerán, según los datos que se prevén para esta campaña, de unos 580.000 kg de endrinas frescas a las empresas de la IGP para la elaboración de más de 3 millones de litros de Pacharán Navarro.
Ayer ambos sectores, el productivo y el elaborador, se mostraban optimistas con las cifras que se manejan y que reflejan un cambio en la tendencia de los últimos años que han sufrido un descenso continuado de la producción y que ha supuesto una pérdida de unos cinco millones de litros en cinco años. Para este año, se prevé un crecimiento en las ventas de un 5%.